Podríamos decir que la ansiedad
es un estado emocional que sin tener plena conciencia de ello, generamos a
través de los pensamientos de algo negativo que “esperamos suceda” en el futuro,
es decir, la anticipación de una situación adversa de la cual ni siquiera
estamos seguros va a acontecer, ya que en la mayoría de los casos, no existe
una amenaza externa real en el momento presente.
El hecho de manejar este
escenario emocional de incertidumbre, impredecible, carente de objetividad,
ocasiona que entremos en pánico y nos pongamos inquietos y preocupados; este
estado emocional se nota en nuestra actitud, incluso, trasladándolo a nuestro
cuerpo.
Es en ese momento que somatizamos
nuestras emociones y aparecen síntomas o trastornos como agitación, tensión,
mal humor, impaciencia y falta de concentración. También puede acarrear
problemas de salud física como: fatiga, indigestión, dolor de cabeza, tensión
muscular o inflamación abdominal.
Todos pasamos por episodios
ansiosos en nuestra vida. Lo importante es saber que no tenemos que vivir así,
debemos evitar que estos desagradables momentos se hagan crónicos, cotidianos
en nuestro día a día.
Si no sabemos cómo manejar nuestras emociones, asumiendo
el dominio de ellas, no podremos controlar esos niveles de estrés o ansiedad,
lo que traerá a nuestra vida descontrol y enfermedad.
Aprender a manejar estas
“turbulencias” inducidas por la ansiedad, nos ayudará a fortalecer nuestras
emociones y a usarlas con mayor efectividad. Así lograremos tener una vida más
armoniosa y menos complicada.
Comienza con dar unos primeros,
pasos, practicando unos sencillos ejercicios…
- Escribe en un papel tus
pensamientos negativos más constantes. Cuando reconoces tus pensamientos
negativos, puedes manejarlos, generando un cambio en tus emociones.
Posteriormente y como contrapartida, escribe afirmaciones que resten valor a
cada uno de esos pensamientos negativos: hacia donde enfoques tu mente, hacia
allá apuntarán los resultados.
- Mantén tu mente en el presente. Presta atención a tu respiración.
En lugar de decirte que estarás bien dentro en un futuro, comprende que puedes
respirar y relajarte en el presente. Puedes profundizar este ejercicio tomando
mayor conciencia de tu respiración, practicando la relajación, haciendo ejercicios
entre 15 y 20 minutos, esto te ayudará a disminuir la ansiedad.
- Pon en alto tu autoestima. Para ello, emplea la sencilla tarea de
hacer una lista de tus cualidades, empleando frases positivas para ti mismo. “Soy
un ser humano valioso”, “He hecho mi mejor esfuerzo para alcanzar este
objetivo” y afirmaciones por el estilo.
Es inevitable que muchas de las cosas externas que suceden no estén bajo nuestro control, por ello, debemos aprender a identificarlas y evitar que trastornen nuestra faceta emocional. Sobre las cosas que si dependen de nosotros, debemos asumirlas, trabajarlas y encararlas con responsabilidad y un enfoque positivo. Hacer uso de estos ejercicios sería un buen paso. ¡Adelante! Prueba y experimenta la sensación de vivir en paz y armonía. En poco tiempo serás más creativo, pro activo en tu vida personal y con proyección en tu ámbito profesional.